Un simple dolor de cabeza o mareo puede ser una señal que tu organismo requiere agua. Mantener tu cuerpo hidratado es vital en procesos como: asimilación de nutrientes, regulación intestinal y digestiva, control de la temperatura corporal, eliminación de toxinas vía renal, hidratación de las mucosas, entre otras.
Hidratación y actividad física
Para que los músculos funcionen adecuadamente a cualquier edad, es necesario mantenernos bien hidratados, ya que la contracción de estos se produce gracias al intercambio de electrolitos (sodio, potasio, calcio y magnesio) disueltos en agua.
Lo más recomendable es tomar líquido antes, durante y después de la actividad físicas. Los niños, por ser más activos, necesitan hidratarse de forma constante; no obstante, evita que lo hagan con bebidas azucaradas y rehidratantes.
La cantidad adecuada
A pesar de las bondades del agua, no debes tomarla en exceso, ya que los riñones aumentarán la velocidad de filtración generando más orina, lo que en casos grave puede generar bajos niveles de sodio en la sangre.
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